lunes, 29 de octubre de 2012

El biologicismo al acecho

El contexto: un seminario sobre psicoanálisis y política*. 

El momento: turno de preguntas y reflexiones.

El caso del que habla este post difícilmente puede resumirse en una frase sin caer en burdas simplificaciones. 
Una voz reflexiona por ese afán del ser humano por situarse en un plano superior (al del resto del reino animal, se entiende); ese empeño de las ciencias sociales por hablar de aquello que nos diferencia de otros seres vivos; ese interés por alejarse de las explicaciones basadas en lo orgánico o lo biológico. "¿Qué es ese 'algo más' del que hablan disciplinas como la psicología o la sociología?" - se pregunta la voz, con un deje de temor.

Esa voz tiene cuerpo y nombre, pero en realidad son muchas las voces que vocean ese mismo discurso. Y cada vez más. Por un momento estoy tentada de responder, pero me digo a mí misma que será en vano y acabo por contestar en silencio "ese 'algo más', buena voz, es lo social". 

Podríamos pasar horas definiendo lo social, la(s) sociedad(es) y términos similares, pero no es lo fundamental de la argumentación. En lo que quiero centrarme es en lo peligroso de las palabras, el discurso y el pensamiento arriba apuntados. 

En primer lugar, es una postura reduccionista. La biología no puede dar cuenta por sí sola la complejidad de la experiencia humana, como tampoco lo pueden hacer la sociología, la psicología, la política o la economía si las tomamos de modo aislado. Defendiendo que la biología puede responder satisfactoriamente a los interrogantes que rodean la vida en sociedad se está demostrando la propia ignorancia en lo referente al campo social. 

En segundo lugar, es una postura peligrosa. Los aspectos biológicos, aunque varían a lo largo de la vida y se puede intervenir sobre ellos (cada vez más, de hecho, con el avance por ejemplo de la ingeniería genética), suelen presentarse en el discurso biologicista como una suerte de ente ajeno al individuo, sobre el que éste no puede ejercer control alguno. 

En tercer lugar, y a modo de conclusión, diremos que hay varios puntos erróneos en el argumento:

  • Lo social está basado en lo biológico, pero es emergente a ello, lo trasciende de algún modo, de forma que, aunque no son campos excluyentes ni exclusivos, uno es más adecuado para explicar lo social que otro. 
  • No hay una esencia inmutable en el ser humano. Uno de los problemas del biologicismo es que gusta de flirtear con lo religioso y claro, el bebé resultante de semejante affair se las trae. Ni siquiera en el caso de que el primer supuesto fuera válido y lo biológico fuese suficiente para explicar lo humano sería correcto afirmar, como se afirma, que hay una 'naturaleza humana', una forma de ser inalterable. 
Me siento obligada a exponer esto, puesto que se trata de una base de arenas movedizas para justificar posturas y acciones muy serias. Un ejemplo sería la pena de muerte que, más allá de posiciones morales y del ansia de venganza (el famoso 'ojo por ojo, diente por diente') suele justificarse por la pretendida postura racional y científica que defiende que quien ha asesinado a alguien es un asesino, siempre lo ha sido y jamás dejará de serlo. 

También sirve para des-responsabilizar al individuo, argumentando en base a instintos o impulsos irrefrenables que tal o cual acción fue ajena a la voluntad y por tanto no se le puede atribuir a quien la acometió. 

Nunca he estado de acuerdo con la idea de que hay que respetar todas las ideas; ciertas ideas son intolerables, puesto que afectan a la vida -y muerte- de otras personas. Este es un caso ejemplar. Las posturas biologicistas son lecturas erróneas de lo natural y de lo social, no se trata de interpretaciones, ideologías u opiniones sino de análisis equivocados, interesados y parciales. Por esto, creo firmemente que, siendo imposible erradicarlas, al menos sí se ha de intentar por todos los medios que estas posturas no trasciendan y sirvan para justificar ciertas políticas, acciones o dictámenes. 


https://nocionescomunes.wordpress.com/2012/09/24/psicoanalisis-sin-tapujos-aportaciones-para-pensar-nuestro-tiempo/

1 comentario:

  1. Hay un error muy grande en lo que afirma en este escrito; es cierto que el biologicismo es muy cuestionable, pero eso no implica que en las ciencias sociales no se deba tener en cuenta los evidentes datos científicos que inciden en nuestro comportamiento.

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